martes, 17 de noviembre de 2009

Pearl Lagoon y La Cruz de Río Grande: La Che

Habiendo ya pasado tanto tiempo y tigres devorando... he perdido la magia de aquellos primeros momentos, pero intentaré recuperar.

Ni bien llegada participé en algo que se llamó: "Evaluación de Necesidades Formativas de la RAAS". Nicaragua tiene en la costa del caribe, dos regiones declaradas autónomas debido a su multiculturalidad: la RAAN y la RAAS, Región Autónoma del Atlántico Norte y Sur respectivamente. Indígenas (llamados Rama) y Krioles, pobladores particulares de estas zonas del país, han peleado por conseguir dicha autonomía que aun está en gran medida en los papeles. La autonomía entre otras cosas incluye poder decidir su propia educación. Entonces, por ejemplo, en Bluefields, donde vivo, una ciudad de cerca de 40mil habitantes, existen dos universidades hijas de esta autonomía, la URACCAN y la BICU (Universidad de las Regiones Autónomas de la Costa Caribe de Nicaragua y Bluefields Indigenous and Caribbean University).
Por otra parte, existe una institución nacional llamada INATEC (Instituto Nacional de Tecnología). Aquí es donde tenemos una de nuestras oficinas y nuestro taller, hacemos varias actividades con apoyo de ellos y varias interrelaciones más. Entonces resulta este instituto quería ajustar su oferta educativa -en parte por insistencia de bE- a las necesidades de esta particular región del país.
Así fue que salimos a hacer talleres a comunidades para sondear estas necesidades. Quiénes salimos? Vida Luz, del equipo comunitario de bE con vasta experiencia en trabajos de desarrollo en la región, y dos representantes del INATEC Central de Managua: María Teresa y Eddy. Ya debería ir poniendo unas fotos...



Eddy esperando el agua

Ma Teresa, no muy convencida con el medio de transporte

Vida Luz, una guerrera

Lu (en adelante La Che), Eddy y el honorable panguero al fondo, Arturo

El viaje se hizo, como ya puede verse, en panga, el medio de transporte más habitual por estos lados... Duró 20.000 leguas de agua, 10 horas y media de panga de ida, lo mismo de vuelta. Varias horas por lagunas, varias más por río -por suerte, porque el asiento se vuelve más amigable entonces.

Los primeros talleres se hicieron en las comunidades clave de Pearl Lagoon (Laguna de Perlas) y La Cruz de Río Grande. La primera es una comunidad que queda a una o dos horas panga de Bluefields y es mayoritariamente kriol, which means gente que habla un inglés llamado creole o kriol y son de origen africano. De todos modos el taller se hizo en español porque los facilitadores no hablaban inglés. La Cruz, en cambio, es una comunidad eminentemente mestiza y queda bien al norte de la RAAS, al límite con la RAAN sobre las márgenes del Río Grande. Llegar hasta ahí me recordó esas películas de misioneros por ríos amazónicos. Luego de navegar todo el día al rayo del sol, ver y probar por primera vez el cacao al grito de "guauuuuuuuuuu esto es el cacaoooooooo!!! Por fin, por fin te veo cacaoooo, luego de dibujarte y adivinarte tantos años en la escuela! Y es riquísimoooooooo, y la semilla por dentro el lila profundo!!!!!!!", luego de esta aventura de ríos chocolates, árboles gigantes, enredaderas, lianas, aves blancas y negras maravillosas, esquivar uno que otro tronco y saludar a todos los habitantes de las márgenes del río, una lluvia torrencial nos recibió en las puertas de La Cruz. Una escalera infinita subía hasta la entrada a la ciudad, donde una enorme cruz de cemento indicaba el exacto lugar. La imagen del siguiente amanecer deberé subirla algún día... me recordó a aquella película en que uno de los hermanos Fiennes tiene la loca idea -alentada por una igualmente soñadora- de transportar por el río una iglesia de cristal...

La gente participó con mucho ánimo, esperanza y un lejano dejo de desesperanza también. Tantas veces prometieron, tantos proyectos que no se hicieron...

El último taller fue en Bluefields y, pese a todo lo que se esperaba (representantes de instituciones gubernamentales y organizaciones no gubernamentales, Bluefields es la capital de la RAAS), no fue tan jugoso como aquellos de las comunidades, en que las necesidades están más a la vista y no hay tantos estratos burocráticos ni tantos temores políticos para decir las cosas.

Pese a nuestro interés en que esto se resolviera con la producción de unos cursos de formación técnica en las comunidades, donde lo que más se necesita son unos oficios determinados y unos conocimientos bien pragmáticos, como técnicas de navegación, manejo sustentable de suelos para agricultura y forestal, procesamiento de productos alimenticios... es el INATEC quien hará el análisis de los datos recabados y las propuestas de capacitaciones. Todavía estamos esperando la reunión de devolución que iba a ser antes de fin de año. Ni qué decir de los cursos. Igualmente no perdemos las esperanzas... Aparecerán por acá las novedades del caso.

En este viaje fui bautizada oficialmente por Vida Luz: en adelante me llamarían La Che...

sábado, 7 de noviembre de 2009

Efectivamente...

... la tragedia no sucedió, al menos no como quienes como Girondo, esperamos que nos toque de un catastrófico modo personal, aunque después no sepamos qué hacer con la devastación, pero nos creemos de algún modo preparados para enfrentarla. En cambio, y lamentablemente, hubo algunos desmadres en las comunidades en que trabajamos, cuando la tormenta tropical tomó la forma de huracán de categoría uno, llevándose, por ejemplo, el techo de la escuela donde hacía menos de un mes habíamos instalado nuevos paneles solares, aunque afortunadamente -y esto es noticia de último momento- la parte de los paneles fue la única que no voló.

miércoles, 4 de noviembre de 2009

La noticia que no sucederá

Suspendemos esta transmisión lenta, entrecortada, olvidadiza... para comunicarles una noticia de último momento:

Luego de viajes a las comunidades, arribos de nuevos voluntarios, instalaciones de paneles solares, capacitaciones de mantenimientos de baterías, bacanales hasta altas horas de la noche, noches contemplando la vía láctea a la orilla del mar, asistencias a baños a los que este nombre queda muy lejos de definir de qué se tratan, duchas de agua helada, aprendizaje de bailes tradicionales nicaragüenses y de otros lados, bailes bajo lluvias tropicales, caminatas por senderos peatonales en medio de las casas de madera de una aldea venida a pueblo y de ver tantos colores y acostumbrarse al calor y los mosquitos y que a la ropa le aparezcan hongos y las gladiadoras se cubran de moho y leer en la galería del frente al lado de la lluvia y en la galería de abajo oyendo los pájaros y en la panga de regreso de una comunidad creole y en la pieza, mi cueva oscura y húmeda... después de cientos de cervezas, de decenas de rones, y más cerveza y más ron y más baile, después de oír inglés, francés y españoles diversos todo el tiempo y seguir oyéndolos detrás de estas puertas, y de oír creole no tan a menudo acostumbrándome a no entender, desentendiéndome, de leer a niños de una aldea perdida y escucharlos leer, de contarles cuentos y verlos dormirse bajo mis palabras, de oír cientos de palabras nuevas, de escuchar que hay una universidad que se llama URACCAN, de que pasara octubre el mes de los huracanes, sin ellos, hoy nos avisan de una más: Mañana huracán... bueno, no es exactamente un huracán, y se desencadena entonces la acostumbrada superexplicación interminable y absolutamente innecesaria al respecto: hay tormentas tropicales de categoría uno y dos, luego huracanes de múltiples categorías, y en realidad las tormentas de categoría uno ni siquiera son propiamente tormentas tropicales sino depresiones tropicales o algo así, y lo que tendremos aquí mañana no es siquiera un huracán de categoría pero tampoco es al menos una desacreditada depresión tropical, se trata de una digna y verdadera tormenta tropical (de número dos, digamos para que no queden dudas, tanta explicación me costó). Tormenta tropical que en fin posiblemente no hubiera sido la palabra que yo hubiera empleado (como no empleé) y escandalosamente hubiera dicho: HURACAN SEÑORES, HURACAN SEÑORAS!!! De nombre Ida, viene a la costa esta nochecita.

La única pena es que solo sea una amenaza que no llegará a ejecutarse y por eso es preciso que escriba la noticia antes que suceda. La noticia que no sucederá.