martes, 29 de septiembre de 2009

EL VIAJE 5: Managua - El Rama y... el desierto

Para ir de Managua al pueblo centro de mis futuras operaciones, Bluefields, los muchachos me dieron dos opciones: una combinación de bus/panga de interminables horas y una avioneta de una hora...

La elección para mí era inexistente, así que acá van las fotos de la primera parte deste eternizador de ocasos, con el que recorrí Nicaragua de oeste a este: BUS hasta El Rama

la primera del amanecer













mitad del camino: <-- managua juigalpa -->














montaña y selva













caballo del nica






bio-arquitecturas del camino









































río (pa los no entendidos, como algunos porteños, amigos nuevos, que confunden avispas con abejas, y bue, gente del corazón de cemento, qué se va c)













casas llegando a El Rama






El bus era la típica de película con todo el mundo subiendo con alimentos, animales, cacharros y calor, pero con dos marcadas diferencias: todo olía bien! Nada que oler con Nueva York. La gente estaba deliciosamente bañada y sus productos se veían recién hechos o cosechados y un equipo de música a todo trapo acompañaba la marcha.
"Ya nos vamos, morena"! dijo otra voz grave y ya no pude resistir... Era mentira que me enamoré primero de sus niños, menamoré primero de las voces graves y agraciadas de Nicaragua! Y la sangre bombeaba más a prisa al compás de esas voces y Ricardo Montaner con su "Será"...
Él era parte de la tripulación del bus -eran como cuatro. De a ratos aparecía, cruzábamos unas palabras y se estaba yendo para el techo del bus con el cargamento de algún viajero, que a veces subía con la cabeza. Volvía a lanzarse, con el bus ya en movimiento, por esa puerta de atrás al lado de la cual yo estaba sentada y, mientras Dyango preguntaba "A dónde vas amor?", él "Vas para Bluefields? En panga te vas?" Y salía luego para gritar "A El Rama, a El Ramaaaaaaaa!" en el pueblo entrante, él y su fisonomía morena y su voz de árbol crujiente del bosque...

Recogimos a toda la gente posible, el bus se detenía ante el más solitario grito que lo solicitara. De pronto una parada en medio del camino y unos ojos claros en paquete oscuro desde un cordón dibujado al lado de la selva, se sonreía y me señalaba a los otros. Imposible no responder, así que sonreímos juntos, mientras lo saludaba.
Y un mix como los que a mí me gustan siguió mezclando "La isla bonita", Cindy Lauper, "The final count down", con temas latinos, para ir arrimándose a Bob Marley a medida que nos acercábamos a la costa del caribe.

Se me sentó al lado en un momento un muchacho y enseguida tiró la pregunta. Una -como definirme, persona? blanca?, sí eso- como yo no pasa desapercibida, en el bus a El Rama no hay turistas. De dónde vienes? Adónde vas? Cómo te llamas? Y vos? Romel. Ya tenía Arsenio, Marvin y ahora Romel... esos nombres que nunca había escuchado. Romel me recitó un poema de Neruda y otro de Rubén Darío, yo comenzaba con uno de Neruda también cuando comprendí que podía ser demasiado. Al rato me vería envuelta en conversaciones incomodantes del tipo "te gustaría ir a conocer mi finca?" "te gusta cocinar tortillas? en mi finca podrías aprender" hasta el extremo de lo embarazoso, con un "del 1 al 10 qué probabilidades tengo?" Dios mío! Y era un chico sensible, así que con el mayor decoro que me es posible -y no es mucho- tuve que decirle que cero y salí airosa del asunto y él siguió mirándome tiernamente. El asunto es que Romel me dijo algo que me quedó grabado. Luego de hacerle un resumen de la situación geográfica y climática de mi país, él me dijo: "siempre quise conocer el desierto. Porque acá tenemos montañas, tenemos selva, ríos, lagos y mar, pero no puedo imaginarme cómo es un lugar como el desierto, sin nada." Eso me dijo Romel y ya nunca lo olvidaré. "Creo que por eso ando en bici... algún día me gustaría ir a otros países más allá de los de centroamérica... acá vienen extranjeros en bici desde muy lejos."

mi amigo romel

casita de el rama

vista desde el rama

las gladiadoras siguen en pie

la foto de siempre














la joyería de mi amigo Romel














la tienda














la mejor

EL VIAJE 4: Macagua - Manondo... empieza lo bueno

A diferencia de Nueva York, Nicaragua huele bien, muy bien! Ya da gusto ir llegando y que se sienta esa frescura pese al calor.

Tras el tramitaje de aeropuerto y el fresco deste lado del vidrio mesperaba Marvin, una gota de sudor en la frente -y en todo el cuerpo, bah-, un cartelito de blueEnergy en la mano y una pregunta en la mirada. Sí, soy yo, le hice saber moviendo la cabeza. Me diría luego que esperaba una mestiza latina, tal como pensaría la Pau en Londra... bueno, al menos la trenza la tenía, Pau. Las fotos deste arribo están más abajo en Managua suavizada. No sé si tengo una de Marvin, pero si la hallo luego la pondré.
El asunto es que Marvin se dedicó a llevarme de tour por Managua luego de hartarse de insistir en los bancos para que yo pudiera cambiar el dinero. Entonces, una vez extinguidas -y fracasadas- todas las posibilidades, me miraría de costado y, ya con la confianza de haber buscado juntos toda una tarde, sonreiría condescendiente y delicadamente me diría: "Ahora, yo le pregunto -no me digas nada, Marvin, ya sé lo que vas a decir!: ¿No tuvo tiempo de cambiar el dinero antes?"
No, Marvin, yo sólo pasé por Nueva York y Miami, nada más.
No, Marvin, mi mamá ya me lo aclaró, a mí el dinero no me importa... sólo ocupé el tiempo en aventurarme a la gran manzana y eso ya fue suficiente, en la distribución desescaso tiempo no había ni un minutillo destinado a la captación de fondos, no no...
No jodan, estoy viniendo a Nicaragua, encima tengo que pensar en el dinero!??

Entonces fuimos por ahí... el monumento a Sandino, gigante a la vera de una laguna en el fondo de la selva...


un anfiteatro abandonado, un escenario hundido, una capital de país que parecía un pueblo pobre del litoral argentino, un teatro nacional Rubén Darío, una industria abandonada y mohosa, convertida en detuseñor la casa...


gente llevando en la cabeza cosas, una laguna enorme y podrida, una vera surreal con infraestructura bonita, una plaza principal triste, tan triste, laaaarga y profundamente triste, abandonada su catedral desde el terremoto, en grietas y traspasada por el cielo y las gaviotas, la foto parece bella, pero la realidad es triste y la verdadera belleza es triste, dice James, muy triste... Me faltan tantas fotos de Managua la bella (triste).

Luego, de nuevo a la camioneta para ir a casa, Marvin se quedaría con esa imagen mía durmiéndome sentada mientras andábamos y pese a los saltos. Qué gracia le causaría mi cansancio de tres días, de cien días...

Cinco y media de la tarde el sol -como yo- caía y le dije hasta mañana. No supe más nada hasta las dos de la mañana, cuando comprobé que realmente no sabía nada: Uy, estoy en Nicaragua!

Preparé los bolsos a la sazón de un sentimiento que ya no dejaría de sentir... esto es Macondo! El calor, la humedad que pecha por los poros, los bichos, sus sonidos, el barro, los años de lluvia, la vegetación abundante, las plantaciones de bananas abandonadas, los barcos abandonados, la guerra, sus rastros y las ideas locas, las empresas delirantes, la extensa familia de un país entero, los gringos y las hormigas que se lo llevan todo. Sólo faltaba la fantasía y el amor.

No diría que me enamoré, pero cuando escuché esa expresión al escaso fresco de las cuatro de la mañana, esa tonada caribe, casi cubana, presentada en paquete de voz grave, me sentí bastante más a gusto en las páginas deste libro: "A esta hora está bien rico, sabroso!" Fue un empujón que hizo correr más rápido la sangre por las venas. Y partimos. Un largo rato me tomaría describir la estación de buses. Hombres protegían la entrada con una puerta acandadada. Parecida a la estación de Jujuy podría decir, aunque con mucha menos boleterías y partidas. Aunque palabras como estación y boletería conllevan una representación que no les va a servir para imaginarlo, lamento que no voy a tomarme el tiempo para encontrar asociaciones más certeras. Y la foto salió mala. Puestos de vendedores ambulantes habrá que decir también. Que aun era de noche. Que Marvin me acompañó hasta la puerta del bus, donde me dijo que no me separara de mi mochila, que un señor había ubicado sobre los asientos al lado de la puerta trasera, que hubo resultado una buena cosa, puesto que allí atrás transcurrirían los eventos más destacados del viaje...


y que sonaba José Luis Perales cuando me subí.

EL VIAJE 3: Miami - Managua

Para el cuerpo fue: "Y bue, horas de baqueteo más, horas menos..." Para el resto fue donde comenzó la ansiedad entre el "quiero llegar de una vez" y el "demonios, al final era cierto que toda esta concatenación de aviones me traía a Nicaragua!" Ese miedo ante la concreción de lo que hasta entonces se sabía fantasía, eso comenzó en el último vuelo a Nicaragua. Eso y la sospecha, la duda y la nueva representación de un mundo ante mí. La duda de si realmente quería estar aquí, de si no bastaba con quedar en la fantasía, la sospecha de que sí, la sospecha de que no, de que no hubiera soportado Londres sin un deseo, no hubiera vivido. La idea de que podría haber tenido otros deseos, la certeza de que los tengo y, por seguro -quizá lo único en claro de todo esto, la comprobación, nunca mejor constatada, de aquello de la metonimia del deseo.

EL VIAJE 2: New York - Miami

Tempranito, a las seis menos cuarto, luego de hablarle a la mami, previo malísimo cálculo que la sacó de la cama a las cuatro de la mañana, despegó el segundo avión. Este era un 757, que parecía un lechero al lado del 777, realmente lamentable, pero se podía dormir.

Cuando desperté un rostro sonriente y bien delineado me habló en inglés, a lo que luego de dos palabras contesté en español y su cara morena así respondió...

Arsenio me habló de sus países, su gente, sus costumbres y comidas! Sus apodos: él un guanaco, por ser de El Salvador... los nicas, los ticos y etcéteras que ya no recuerdo. Pero calidez, sí recuerdo, alegría, ganas de compartir. Un hombre grande anhelando un alma de joven. Un excelente anticipo centroamericano!

Miami fue como una pecera, hermoso e iluminado aeropuerto lleno de referencias al mar por todos lados, la cosa estaba más cálida aun que Niu Iork...
Nos comimos una buena pizza (en el aeropuerto no se notaba tanto el calor pero sí el hambre) y nos separamos... él en el de las once a Costa Rica, yo en el de las diez.

domingo, 27 de septiembre de 2009

EL VIAJE 1: London - New York

Fue un viaje en el tiempo... cambié tantas veces de hora que me da fiaca calcular lo que duró, pero después de dormir una hora la última noche de Londres, tardé un Bell Ville a Córdoba (tres horas) sólo en llegar hasta el aeropuerto. Ya estaba exhausta. Una vez allí, a pagar el pasaje en efectivo. Hecho! Pero... "ehhh, señorita, tenemos una pequeña entrevista de seguridad para quienes pagan en efectivo... pase por aquí, por favor: por qué pagó en efectivo? de dónde sacó la plata? cuánto tiempo estuvo en Londres? por qué vino? qué estaba haciendo? dónde aprendió inglés? dónde vivía? con quién? conocía a esa gente de antes? cómo los conoció? de quién era la casa? a dónde viaja? por qué? dónde queda Managua? qué va a hacer en Nicaragua? qué es una NGO? ya los ha contactado? puedo ver algún contrato o papel de esa organización? alguien la espera? sabe la dirección? tiene visado? puedo ver su pasaporte? alguien le dio algo para que le llevara en la valija? está segura? tiene alguna pregunta?"
Sí, puedo llevar un termo metálico y esta hierba verde en el equipaje de mano?

Después de semejante interrogatorio, al que respondí bastante entretenida y pensando que esto era un insulto a mi inteligencia, a la suya propia y a la del criminal que se precie, una especie de materialización de un chiste irónico y amargo lanzado desde aquellos estratos lejanos y abstractos del imperio; sin embargo, después de esto, no pude dejar de sentirme un poco delincuente. Y antes de que un espléndido Boeing 777 pasara a contrarrestar este efecto, aun debí protagonizar una serie de tropiezos y desencuentros que me terminaron de hacer sentir totalmente a contramano del mundo.

Entonces, luego de esa sensación de creciente espanto ante el despegue, el boeing, el cansancio y el dramamine comenzaron a hacer su efecto y dormí como una exculpada casi las siete horas que duró el océano. Después de un verano que se asemejó bastante al de Bariloche, asomarme al cálido aire de este lado del mundo... que no fue tan fácil tampoco, dado que el primer yanki que vi me tuvo media hora preguntándome por la VISA, que la que tenía no servía y que qué venía a hacer a los Estados Unidos y por cuánto tiempo y que qué iba a hacer a Nicaragua y que qué había estado haciendo en Londres y que si había nacido en Argentina por qué tenía pasaporte italiano y que dónde estaba mi pasaporte argentino... en fin, después de explicar procesos migratorios latinoamericanos y de no tener ya más ganas de sonreír ni esperar una sonrisa de bienvenida, porque, y no me jodan, después de cruzar el océano en un avión una siente que nació de nuevo, que sobrevivió a algo, que cometió una hazaña no menor por la que espera ser, sino felicitada, al menos bienvenida en el otro lado, puesto que ha arriesgado su vida para llegar hasta ese hombrecito que te pregunta intentando develar tus malas intenciones, demostrando una paranoia detestable que te hace dar ganas de decirle váyasealdiabloypóngameenelpróximoavióndevuelta noquieroveniraestepaísdemierda sóloestoydepasonomejodapedazodeanimal!! En fin, después de esto y el verano barilochense de Londres, llegar al aire de América era sentir por fin una verdadera noche de verano! Así que mirando un cartel de cómo salir del aeropuerto, un americano de los buenos me imprimió el valor que me faltaba... "Tú estabas en el vuelo que vino de Londres -ya todos me conocían, era la traficante que iba a Nicaragua- necesitas ayuda?" No... Bueno... actually, estoy en tránsito pero tengo muchas horas y me preguntaba si podré ir a ver algo de la ciudad, what do you think? "Perfecto! Ve a Manhattan! Debes tomar este tren y luego este subte, es por aquí" Gracias, gracias! "You are welcome!" se escuchó por fin!!! Ven a ver Nueva York niña!!

Tenía mi mochila pequeña, 50 dólares, un mapa y el miedo convertido en porquéno de la del centro de información del aeropuerto: "te vas a ir a Manhattan? a esta hora? tú sola?" Sí, sí, síííí...!!! Well, por qué no, no vayas por este lado, ve por aquí y por aquí también... Y aquí, justo mirando los árboles iluminados de la Rockefeller Plaza -pensando cuán diferentes a los del Támesis azules y blancos y recordando a Pau y a James- escucharás las voces de dos hombres y las reconocerás inmediatamente y seguirás la travesía por la gran manzana con esos dos argentinos en la madrugada!
La travesía será corta, de un olor horroroso que otra vez me expulsará de esa ciudad que entonces será asquerosa, el subte una sola lata blindada con la bandera en cada puerta, como si hiciera falta recordarlo, como un tren que va a pasar algunas fronteras, pero un tren que parece que te llevara a una cárcel. No, no me sentiré a gusto en Nueva York. Nunca dejaré de sentir ese hedor, que parece acompañar todo un ambiente de rechazo. Me lamentaré de no poder pisar el Central Park mientras lo miro desde la vereda de enfrente a las 12 y media de la noche; me reconciliaré con la ciudad pensando que el parque sería una segura alegría, que de día todo olería mejor, que no estarían sacando la basura, que no saldría ese humo de las tapas de la calle... pero no, no me reconciliaré sino dentro de mí y deberá pasar mucho tiempo para que quiera volver a Nueva York, pese a que los argentinos me cuentan cosas hermosas de una supuesta grandiosa ciudad que yo no veo. Aunque sonrío ante la cámara...


Lo bueno de Nueva York serán ellos y la sensación del deber -de atender al impulso- cumplido, el impulso de escapar del aeropuerto y atreverme a ver otra de las ciudades de los hombres. Sin duda de día será mejor, pero Nueva York es asquerosa de noche y nunca podrá gustarme del todo, peor que el chico que viste deformado por los granos un día aunque ahora luzca reluciente. Imposible dejar de comparar con tu novio anterior... Londres se ve hermosa en la madrugada de un lunes sin maquillaje y huele fresca y dulce; Londres te encanta de gente llena de día y de casas descascaradas llenas de noche y te das cuenta que sigues enamorada y te alegra que en realidad no vengas a quedarte a la casa nueva de York.

lunes, 21 de septiembre de 2009

Managua... versión suavizada






Creo que desperté...


Creo que desperté cuando decían "Adiós, gringa!"

... cuando aun no había llegado a preguntarme "qué estoy haciendo?"... cuando aun no había tenido la oportunidad del desengaño... cuando eso, ya me estaba enamorando de Nicaragua.
Me entró por sus niños. Media sonrisa, un cuarto de palabra y ya estaban trepados a mis brazos, livianos de hambre, aunque no tanta, más bien ágiles... "Gringa! Gringa!! Juguemos gringa!! Cómo te llamas?" Luciana "Hazme volar otra vez! Juguemos, gringa! Gringa! Gringa!!"
Desaparecieron como la lluvia tropical viene y se va, pero yo ya estaba despierta...

martes, 15 de septiembre de 2009

15.09.09

Londres me despide como es debido: fría llovizna, cielo cubierto, para venir a recordarme que este verano de días preciosos en Londres no ha sido más que un sueño.
No vaya a olvidar que Londres es también, y sobre todo, esto...
Esta fría despedida... esta domesticación que hace que no pueda dejar la casa de una vez...
El dolor de despertar y no poder creer que la posibilidad de vivir algo tan hermoso haya sido un sueño, de querer seguir soñando...
Y seguiremos soñando... nos mudamos

jueves, 10 de septiembre de 2009

Paquete de Orientación para Voluntarios -versión ampliada y retorcida-

El Paquete de Orientación para Voluntarios -en adelante POVOV- me cuenta que Nicaragua es el país más grande de América Central pero a la vez el menos densamente poblado, que el 20% de su población vive fuera del país, que es uno de los países más pobres del hemisferio norte... pobre como las armas combatientes, rica como la sangre de sus hijos.

Sangre que, dicho sea de paso, viene bien variadita y con unos cuantos idiomas diferentes (español, inglés creole, miskitu, lalala). Esta variedad es característica de la costa atlántica, que fue colonia británica. Del otro lado estaban los españocas. Esta es otra característica particular del país. No era bastante una, tuvieron dos colonizaciones...

Queda... entre Costa Rica y Honduras, al toque del Salvador y al frentecito nomás de Cuba y Jamaica. Caribe, bah!

El pueblo al que voy, Bluefields, treinta y algomil habitantes queda al sudeste del país... lo mismo que mi Bell Ville, treinta y algomil en el sudeste cordobés. Y allí, mi ubicación será en "La casa de los gringos" en La vuelta de San Pedro, fácil pa llegar!

Hablando deso, se llega desde Managua, vía avioneta o vía bus/panga, una combinación anfibia que he optado por tomar!!

Tengo la cámara de fotos derruida, por lo que no prometo grandes cosas en materia fotográfica, pero esto quedará documentado de algún modo!

Continuando con el POVOV... este enumera lo que no debo llevar y lo que sería copado que tuviera. Acá vamo...

Lo que NO:
· JOYAS caras o de valor sentimental (no tengo)
· ROPA NICE (y por qué no, creo que será glamoroso bajar del bote con los anteojos de diva y la gabardina nueva)
· ROPA DE INVIERNO (una profunda alegría invade mi cuerpo cuando leo esto) aunque una mangas largas podés llegar a utilizar en la temporada de lluvias (que ya está terminando)
· BOLSA DE DORMIR (?? se preguntarán ustedes...)

Lo que DEBERÍA llevar. Una mirada práctica
(la lista tiene más de 20 ítems, por lo que enumeraré los que me parezca, según el criterio del antojo):
1... 2... 3... 4... 5...
6 Gafas de sol UV (espero que los diva se la banquen, al menos aumento tienen)
7 Botas de goma para el barro (acá empieza lo bueno...! Ya se va entendiendo lo de la bolsa de dormir... o eso creemos)
8
9 Pantalón largo livianito pal sol y los mosquitos (no se hable más, tengo uno especial! color especialísimo, que algunos recordarán)
10
11 Pijama largo pa los mosquitos también (y bue... seguiremos con el fucsia por las noches nomás, después de todo siempre me dijeron que parecía un pijama)
12 Linterna o lámpara de las que se ponen en la cabeza (otro indicio de lo bueno)
13
14 Medicación pa la malaria (sí, malaria la que tengo en el bolsillo, olvidado, mucho repelente y ya está. A ver qué más...)
15 Personal laptop computer (lo más parecido que tengo es una libretita que se llama "notebook" de 60 sheets, calculo que con eso podemos andar. Bien, sigamos!)
16 Piloto pa la lluvia (será la gabardina nomás, espero que no me la discriminen)
17
18 Flip-flops (qué?... ah, ojotas... bueno, las gladiadoras todavía se la bancan)
19
etc...

Listo! maleta hecha!!

Unos libros en el bolsillo, unas historias de Nicaragua para leer, Sandino, Somoza, creoles y miskitos y a las cosas, argentinos!

Addenda
Créanme que si les contara los avatares de estos tres meses en Londres -desde que supe que me iba a Nicaragua- comprenderían que ayer volara uno de los gauloises de Amadeo mientras escuchaba Pink Floyd y me relajaba casi completamente.
"casi" es un pequeño detalle: el pasaje deberé pagarlo en el mismo aeropuerto horas antes de partir con las maletas en mano (tampoco está tan mal, incluso es más seguro que cuando vine de Argentina). Ahora anoticiándose de este detalle que obstruyó mi completa relajación podrán hacerse una noción del resto de la odisea.
Conclusión: Gauloise 1 Amadeo 19
Este es el único partido que se puede perder ya ganado!

Partida 15/09/09

Partida al medio, allá nos vamos...

Como ese personaje de García Márquez que añora el gazpacho de su pueblo español cuando está sufriendo la calor y la humedad en Macondo y luego, Macondo en cada cucharada de gazpacho. Partida me voy dentro de cinco días a esa tierra tan anhelada y esperada a extrañar a este Londres que de a poco ha ido tomando forma y ha tomado tantas al final... o sin final.

Primero la despedida: Si tienen oportunidad de venir para acá, quizás pueden dejar de conocer la Trafalgar Square, el Buckingham palace, la línea de Greenwich o el British Museum, pero lo que de ninguna manera pueden perderse es de pasar a charlar con Miguel un rato, o un día entero si cabe, incluso pueden intentar tocarlo si sienten el impulso; a veces se deja a veces no, pero la experiencia es sin dudas fascinante. Mucho menos pueden dejar de ir a 7 Ladycroft Road, en Lewisham, a vivir la vida a través de un chiste cordobés o un ácido comentario sudafricano, donde podrán encontrarse bailando súbitamente, o se verán sorprendidos por una aún más inesperada demostración de malabares y podrán disfrutar de un completo desayuno al sol del patio y la brisa fresca del verano, contemplando ardillas y magnolias. Eso sí, vengan en verano, sino a las cuatro será de noche y se verán obligados a refugiarse en el antro más cercano -y siempre hay uno cerca- a beber cerveza y charlar hasta, digamos, las ocho o nueve de la noche y volverán a casa para seguir la tertulia un rato o acostarse temprano e intentar levantarse con el sol a eso de las siete u ocho y entonces, ahí sí, le verán... a través del generoso ventanal mirarán al patio y entre la bruma helada de la mañana, la humedad y el verde infinito le verán rojizo, hambriento, temeroso. Él también es Londres aunque no se lo crean. Y lo creerán entonces cuando luego de examinarlo un rato comprendan que su cola no concuerda con la de un gato. Londres también es ese zorro que espero ver antes de mi partida. Y aunque no vayan al British no podrán dejar de enterarse de la Rosetta stone.
Eso si vienen a Londres, pero si no, yo se los llevaré (no porque lo prometa, sino porque ya no podré evitarlo) como ya lo estoy haciendo.

Entonces me voy. A dónde?
La bandera del país que me espera se parece mucho a la nuestra y la moneda se llama Córdoba. Le hago notar con alegría a Alex -quien me ha enviado el POVOV- que es el nombre de mi provincia en Argentina y me dice...

Quién me espera?
Hervé por aquí, Hervé por allá... Hervé es el coordinador de voluntarios y de proyectos y basta recibir uno de sus mails para confiar en que todo va a andar bien.
Guillaume, el director en musculosa.
Alex, el finanzas y rrhh, que me dice que acomodarán la moneda del país si es necesario con tal de hacerme sentir como en casa.
Marie, que me espera desesperadamente y hasta con trabajo atrasado en el depto de capacitaciones. Un fuerte abrazo para ti en estos momentos.
Arnaud, Mathias...
Hasta ahora este es el dream team que lo ha hecho sentir todo muy aterciopelado y blandito. Luego hay decenas de otros voluntarios y staff importados y locales con los que me encariñaré, querré acariciar de vez en cuando, bailar y tal vez asesinar con mi navaja multiuso llameya.com cuando no todo sea ya tan suavecito.

Y luego de recomendarme algunas cuestiones básicas para la supervivencia y asesorarme sobre la panga (bote) que debo tomar para arribar a Bluefields, Hervé se despide diciendo que disfrute mis últimos días en la civilización!!