domingo, 27 de septiembre de 2009

EL VIAJE 1: London - New York

Fue un viaje en el tiempo... cambié tantas veces de hora que me da fiaca calcular lo que duró, pero después de dormir una hora la última noche de Londres, tardé un Bell Ville a Córdoba (tres horas) sólo en llegar hasta el aeropuerto. Ya estaba exhausta. Una vez allí, a pagar el pasaje en efectivo. Hecho! Pero... "ehhh, señorita, tenemos una pequeña entrevista de seguridad para quienes pagan en efectivo... pase por aquí, por favor: por qué pagó en efectivo? de dónde sacó la plata? cuánto tiempo estuvo en Londres? por qué vino? qué estaba haciendo? dónde aprendió inglés? dónde vivía? con quién? conocía a esa gente de antes? cómo los conoció? de quién era la casa? a dónde viaja? por qué? dónde queda Managua? qué va a hacer en Nicaragua? qué es una NGO? ya los ha contactado? puedo ver algún contrato o papel de esa organización? alguien la espera? sabe la dirección? tiene visado? puedo ver su pasaporte? alguien le dio algo para que le llevara en la valija? está segura? tiene alguna pregunta?"
Sí, puedo llevar un termo metálico y esta hierba verde en el equipaje de mano?

Después de semejante interrogatorio, al que respondí bastante entretenida y pensando que esto era un insulto a mi inteligencia, a la suya propia y a la del criminal que se precie, una especie de materialización de un chiste irónico y amargo lanzado desde aquellos estratos lejanos y abstractos del imperio; sin embargo, después de esto, no pude dejar de sentirme un poco delincuente. Y antes de que un espléndido Boeing 777 pasara a contrarrestar este efecto, aun debí protagonizar una serie de tropiezos y desencuentros que me terminaron de hacer sentir totalmente a contramano del mundo.

Entonces, luego de esa sensación de creciente espanto ante el despegue, el boeing, el cansancio y el dramamine comenzaron a hacer su efecto y dormí como una exculpada casi las siete horas que duró el océano. Después de un verano que se asemejó bastante al de Bariloche, asomarme al cálido aire de este lado del mundo... que no fue tan fácil tampoco, dado que el primer yanki que vi me tuvo media hora preguntándome por la VISA, que la que tenía no servía y que qué venía a hacer a los Estados Unidos y por cuánto tiempo y que qué iba a hacer a Nicaragua y que qué había estado haciendo en Londres y que si había nacido en Argentina por qué tenía pasaporte italiano y que dónde estaba mi pasaporte argentino... en fin, después de explicar procesos migratorios latinoamericanos y de no tener ya más ganas de sonreír ni esperar una sonrisa de bienvenida, porque, y no me jodan, después de cruzar el océano en un avión una siente que nació de nuevo, que sobrevivió a algo, que cometió una hazaña no menor por la que espera ser, sino felicitada, al menos bienvenida en el otro lado, puesto que ha arriesgado su vida para llegar hasta ese hombrecito que te pregunta intentando develar tus malas intenciones, demostrando una paranoia detestable que te hace dar ganas de decirle váyasealdiabloypóngameenelpróximoavióndevuelta noquieroveniraestepaísdemierda sóloestoydepasonomejodapedazodeanimal!! En fin, después de esto y el verano barilochense de Londres, llegar al aire de América era sentir por fin una verdadera noche de verano! Así que mirando un cartel de cómo salir del aeropuerto, un americano de los buenos me imprimió el valor que me faltaba... "Tú estabas en el vuelo que vino de Londres -ya todos me conocían, era la traficante que iba a Nicaragua- necesitas ayuda?" No... Bueno... actually, estoy en tránsito pero tengo muchas horas y me preguntaba si podré ir a ver algo de la ciudad, what do you think? "Perfecto! Ve a Manhattan! Debes tomar este tren y luego este subte, es por aquí" Gracias, gracias! "You are welcome!" se escuchó por fin!!! Ven a ver Nueva York niña!!

Tenía mi mochila pequeña, 50 dólares, un mapa y el miedo convertido en porquéno de la del centro de información del aeropuerto: "te vas a ir a Manhattan? a esta hora? tú sola?" Sí, sí, síííí...!!! Well, por qué no, no vayas por este lado, ve por aquí y por aquí también... Y aquí, justo mirando los árboles iluminados de la Rockefeller Plaza -pensando cuán diferentes a los del Támesis azules y blancos y recordando a Pau y a James- escucharás las voces de dos hombres y las reconocerás inmediatamente y seguirás la travesía por la gran manzana con esos dos argentinos en la madrugada!
La travesía será corta, de un olor horroroso que otra vez me expulsará de esa ciudad que entonces será asquerosa, el subte una sola lata blindada con la bandera en cada puerta, como si hiciera falta recordarlo, como un tren que va a pasar algunas fronteras, pero un tren que parece que te llevara a una cárcel. No, no me sentiré a gusto en Nueva York. Nunca dejaré de sentir ese hedor, que parece acompañar todo un ambiente de rechazo. Me lamentaré de no poder pisar el Central Park mientras lo miro desde la vereda de enfrente a las 12 y media de la noche; me reconciliaré con la ciudad pensando que el parque sería una segura alegría, que de día todo olería mejor, que no estarían sacando la basura, que no saldría ese humo de las tapas de la calle... pero no, no me reconciliaré sino dentro de mí y deberá pasar mucho tiempo para que quiera volver a Nueva York, pese a que los argentinos me cuentan cosas hermosas de una supuesta grandiosa ciudad que yo no veo. Aunque sonrío ante la cámara...


Lo bueno de Nueva York serán ellos y la sensación del deber -de atender al impulso- cumplido, el impulso de escapar del aeropuerto y atreverme a ver otra de las ciudades de los hombres. Sin duda de día será mejor, pero Nueva York es asquerosa de noche y nunca podrá gustarme del todo, peor que el chico que viste deformado por los granos un día aunque ahora luzca reluciente. Imposible dejar de comparar con tu novio anterior... Londres se ve hermosa en la madrugada de un lunes sin maquillaje y huele fresca y dulce; Londres te encanta de gente llena de día y de casas descascaradas llenas de noche y te das cuenta que sigues enamorada y te alegra que en realidad no vengas a quedarte a la casa nueva de York.

1 comentario:

  1. Podria ser peor, podrias haber tenido escala en irak o iran o palestina o... bueno esta bien a mi tambien me parece una caca nueva york [y eso que no las conozco] y prefiero la escala en palestina.
    Lo que pasa es que nunca vi una foto de nuevayork con gente sonriendo o con lo brazos abiertos, en fin, no me dijiste nada lu hay ferne en nueva york? y en nicaragua? y en el pueblito de la muerte donde para en un hostel de paja que flota porque tiene unos tachos de 200 litros oxidados que cada tanto resisten los ataque de lso cocodrilos electricos punk? hey quiero fotos de ese pueblo que me lo imagino bastante "Garcia Marquez". ¿Hay un coronel con un gallazo de pelea?
    SALU!

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